18 de noviembre de 2008

Hidroaysén y las Elecciones Presidenciales

La definición de las elecciones presidenciales de 2010, en una eventual segunda vuelta, se vería condicionada por el apoyo que puedan establecer los pactos emergentes: Chile Limpio y Juntos Podemos Más, que no respaldan la realización del proyecto Hidroaysén, consistente en la instalación de 5 represas en la Patagonia chilena.

El retiro de este Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de su tramitación en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, postergado para un nuevo periodo presidencial, no será más que un lapso de hibernación a la espera de conseguir las condiciones políticas favorables para su aprobación.

Es comprensible que ante la insatisfacción de los servicios públicos (32 de 36 lo criticaron; 1/3 de los cuales recomendó su inmediato rechazo), el consorcio Endesa-Colbún pretenda retirar el proyecto por 6 u 8 meses, que es lo que mínimamente necesita para responder las más de 3 mil observaciones de la sociedad civil y los evaluadores, y así generar prácticamente un nuevo EIA. Lo previsible sería, sin embargo, que espere hasta el próximo periodo gubernamental.

Creer que ambas empresas van a presentar el próximo año el proyecto es un acto de inocencia para las pretensiones de los candidatos presidenciales. Hidroaysén llanamente se va a convertir en un tema político preponderante en las campañas parlamentarias y presidenciales.

El escenario político hipotético de cara a estas elecciones lo van a componer, por una parte, la izquierda, que probablemente levantará la candidatura del senador Alejandro Navarro (ex PS), contrario a la instalación megarrepresas en la Patagonia. Por lo tanto, el pacto Juntos Podemos Más no apoyaría al candidato de la Concertación en una segunda vuelta, si esta no asegura la cancelación del proyecto.

Por otro lado, es predecible el surgimiento de un candidato del pacto Chile Limpio. Compuesto por regionalistas y ecologistas, alcanzó 8% de los votos en las elecciones municipales pasadas y tiene suscrita como una de sus definiciones la promoción de una matriz energética limpia, anti-nuclear y contraria a los grandes proyectos hidroeléctricos.

Los dos grandes bloques que no van a ganar en una primera vuelta (la Alianza y la Concertación) se verán representados por Sebastián Piñera, que apoya el proyecto con reparos, al igual que Eduardo Frei y Ricardo Lagos. Es decir, ambos bloques se encuentran en la misma posición. Ninguno de estos tres candidatos puede ganar en primera vuelta y, en consecuencia, tendrán que recurrir a una de estas dos fuerzas alternativas si quieren lograr el sillón presidencial. A diferencia de años anteriores, las elecciones se vislumbran como una negociación programática. Si los ecologistas vemos que su programa no se refleja como concesión programática en algún candidato, simplemente no vamos a votar por él.

Nosotros no vamos a hacer adhesiones a personas, sino a programas, y el primer punto que va a tener éste es una matriz que privilegie en primer término la eficiencia energética y las Energías Renovables No Convencionales (ERNC).

En tal escenario sería incomprensible que el consorcio presentara el proyecto, porque significaría dejar fuera a más de un candidato y así su iniciativa quedaría relevada a muchos años más. En una segunda vuelta, los candidatos van a estar condicionados a que Hidroaysén no se construya, y ese es hoy el rol de las minorías: no tenemos capacidad de contar con un Presidente de nuestras filas, pero sí condicionar lo que va a hacer. Y la primera condición va a ser que las megarrepresas no se materialicen.

Manuel Baquedano
Presidente del Instituto de Ecología Política

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